Cuando éramos reyes en esta baraja,
las cuatro mujeres aún eran reinas,
las llamábamos "ricura" sin ridículo,
y al despertar teníamos dos pies derechos.
Y suspirábamos,
porque aunque Dios no sabe qué pasará mañana,
teníamos la certeza de que en cualquier momento
la de corazones se convertiría en puta de oros;
metamorfosis en torrente que embarra la inocencia.
Y hoy reímos,
aunque sea con agentes químicos que lo provoquen
a pesar de la tristeza artificial cuando despertamos,
porque es por una buena causa, yo lo afirmo, Nosotros
no queremos que la apatía se apodere de nuestro cuerpo.
Y mañana...
quizá cambiaremos el género a Dorothy Parker,
quizá sea el día en que actuaremos en vez de observar,
quizá volvamos la mirada a los amigos que olvidamos,
quizá amañaremos el despertar de nuestros sueños.
9 de octubre de 2008
El día en que Pancho Jasen termine un partido sin haber cometido la quinta falta...
Escrito a las 1:23