9 de octubre de 2008

El día en que Pancho Jasen termine un partido sin haber cometido la quinta falta...

Cuando éramos reyes en esta baraja,
las cuatro mujeres aún eran reinas,
las llamábamos "ricura" sin ridículo,
y al despertar teníamos dos pies derechos.

Y suspirábamos,

porque aunque Dios no sabe qué pasará mañana,
teníamos la certeza de que en cualquier momento
la de corazones se convertiría en puta de oros;
metamorfosis en torrente que embarra la inocencia.

Y hoy reímos,

aunque sea con agentes químicos que lo provoquen
a pesar de la tristeza artificial cuando despertamos,
porque es por una buena causa, yo lo afirmo, Nosotros
no queremos que la apatía se apodere de nuestro cuerpo.

Y mañana...

quizá cambiaremos el género a Dorothy Parker,
quizá sea el día en que actuaremos en vez de observar,
quizá volvamos la mirada a los amigos que olvidamos,
quizá amañaremos el despertar de nuestros sueños.