31 de diciembre de 2007

Conversación antes del último golpe del año

Harley,
las bombas déjalas en casa,
porque tú y yo sabemos
que los chistes,
la sonrisa
y el pintalabios
son para el murciélago.

30 de diciembre de 2007

Vernunft

Nací en invierno.

No hubo una agresión que provocase el exabrupto que llenase mis pulmones, sino el eco de un susurro pronunciado en una laguna pestilente muy lejos de aquí.

Der Geist ist das Flammende. El espíritu es lo flameante.

Corolario: el perihelio es en invierno.

29 de diciembre de 2007

Ave María purísima

Después de todo,
iremos directos al confesionario.
Admitiremos, gritando:
«no es la primera vez que me confieso».

Porque al final,
las noches que negaremos en rotundo,
se verán cubiertas de escarcha.
Y por mucho que raspemos, agüemos, o frotemos,
el vaho nos impedirá afrontar la realidad.

En el fondo,
sabremos que será nuestra culpa.
Aquella culpa, la gran culpa,
la que nos incita a golpearnos en el pecho,
por mucho que todo sea mentira.

Dejaremos nuestra suerte a la parca,
quien se verá convertida en testigo
primordial de nuestro acto redentor.

Porque sabemos
que las tres viejas furias existen,
nos miran de reojo,
disimulan con sus rezos,
y su vigilia no es sobre el que yace en la Cruz,
es sobre el que tiene penas que ahogar en la rejilla.

Y estarán esperando.

Impacientes.

El paso en falso que se inventarían.

Si este no llega a producirse.

28 de diciembre de 2007

Naïf

Allí estaré.

En las noches que terminan
con un final postizo
como unas gafas sin graduar
o un jaque mate ilegal.
Algo comúnmente aceptado
porque al final todos sabemos
que nadie nos llevará a ningún sitio
cuando haya cesado el ulular
y aún no existan los shai-hulud.

Allí me convertiré en estatua.

Para que un alegre borracho
se ensañe conmigo,
me escupa, me pinte,
o me acaricie,
dejando entrever la cruda realidad.
Porque él es como el agua
y yo soy un espejo; un reflejo
transparente, incapaz de mentir
o de encubrir la verdad.

Allí.

26 de diciembre de 2007

Fremd / Méfiez-vous de Madrid !

La valija estaba de pie, esperando,
dejándose llevar por la cinta transportadora.
No quedaba nadie, tan sólo un eco
de pasos, murmullos y alejamientos.

Y el traqueteo del mecanismo que te atrapa en un bucle.

Una etiqueta gritaba un nombre de color verde,
«René, Madrid no es un lugar para estar sola».
Fue entonces cuando se vio acompañada de extrañas,
hasta que un tal baggage-claim se la llevó.

A la valija la dejaron en una cómoda estantería,
tumbada, con un eterno dolor de estómago.
La curiosidad se dio cuenta, y como siempre,
quiso saber.

El interior.
Un post-it escrito:

«Rien».

25 de diciembre de 2007

Nostalgia (II)

Quizá todo quede lejano
y el polvo no te deje ver más allá de medio metro;
tal vez ese ayer no es más que una invención
para rellenar tu miedo a los espacios vacíos,
pero confía en mí una vez más,
atrévete a cruzar de nuevo los oscuros pasillos,
corriendo, pues sabes que no andan faltos de peligro,
y abre la puerta de aquella habitación
donde comenzaste a sentir los contratiempos.
Las paredes siguen forradas de estampados imposibles,
y allí, en el sillón orejero, la volverás a encontrar,
recostada, esperándote desde la primera vez que sentiste la palabra
(frustración).

Batín de cuadros, pipa en mano, bebiendo coñac,
sonrisa complaciente y humo por sus cuencas.
Te ofrecerá su mano, que rechazarás
—a ti siempre te disgustaron los guantes—.
Sin embargo, no podrás negarte a la armonía
de la delicada danza de las 3 de la mañana.

El repicar de campanas te indicará el camino a casa.
En ese momento, deberás haber deshecho la madeja
que fabricaste, sin querer, con tus torpes pasos.
Te darás la vuelta y la verás marchar no sin deseos de seguirla
pero, amigo, tu reloj de arena aún está por consumir.

24 de diciembre de 2007

Nostalgia

Toboganes y columpios.

Partidos de fútbol perdidos
desde el principio,
violencia infantil.

Esos tropiezos, no duelen.
(después).

Palabras susurradas en el patio del colegio
e inacción. Porque así tiene que ser.

Aun así, bordamos los hechos
con actos irracionales,
como raspar dos palabras en una columna.

Con un dibujo.

23 de diciembre de 2007

Apuntes de pronombres personales

Yo.
Conmigo.
Nosotros.

Tú.
Vosotros y Vosotras.
Él y Ella.
Ellos y Ellas.
Contigo.

Sí.
(Lo) Consigo.

Ahora,
todo átono.
me, lo, se.

22 de diciembre de 2007

Lotería de Navidad en clave de CF

La noche del viernes, en casa.
Nada me impide salir de Sigma IV y tomar oxígeno hasta hartarme.
Incluso tal vez conocer a alguien para la próxima semana.

Pero estoy mejor aquí.
Mirando las mismas estrellas que solíamos observar allá en la Tierra.

Y sé que el planeta azul ya no existe.
Que lo que miro no son las estrellas, sólo es su luz.
Una luz mortecina, agónica, pues hace tiempo que se apagaron.

Y sé que tú también lo hiciste.
Que hace muchos años que morías.
Que envejecías mientras volaba a través del espacio.
Porque fui elegido. Elegido por una estúpida lotería de Navidad.
Malditas tradiciones.

Pero nada importa.
Hago lo mismo que tú. Mirar las estrellas.
Es cierto que es un acto desincronizado; aun así, es más importante el simbolismo que yace en el gesto. Puesto que sé que las mirabas.
Y son estrellas muertas
y tú has muerto
pero la luz permanece.

Y el calor.

Allee der Kosmonauten. 10-10-2004.