1 de marzo de 2009

La nieve dejó la fantasía, el dragón abandonó la realidad

No entiendo muy bien qué pinta Potsdamer Platz en todo esto,
esos grandes edificios multicolores que empalan el cielo gris,
esa maquiavélica belleza artificial refutable a todas luces,
esté amaneciendo, anocheciendo, o en horario de apertura del Arcade;
todo resulta raro, invernal, estatuas cabizbajas, musicales tristes,
sonrisas forzadas sintéticas que acaban con tu estómago.

No distingo muy bien el martillo que golpea nuestro cerebro,
medios tiempos, vals eólico, todo el mundo en corrillo,
"let the past be the past, come up to me like a friend"
mofa de palabras que no disfrutaron de un buen contexto,
menoscabo moral del febrero que ya nos ha abandonado,
como el tiempo que pasa silbando, tal y como tú decías...