4 de noviembre de 2008

Carmen Sevilla nos enterrará a todos.

Una voz metálica anuncia mi estado de ánimo:
«los robots no pueden estar tristes»,
mantra poseído por un proceso incontrolable,
inhumano, amoral como la poca naturalidad
que gobiernan mis actos programados.

Mi inteligencia artificial busca una salida
y pronto acabo con mi propia naturaleza
un virus procesa la sucesión de condicionales
que resucita el sentimiento que imprimía
aquel que desgarraba las ondas con elegancia...

Nightmares become me, it's so fucking clear...